La Llave
La Llave, cuyo principal enclave urbano se llama La Llave Nueva, en contraposición a La Llave Vieja, nombre del primer asentamiento, se localiza en la intersección de la Ruta Nacional 146 y la Ruta Provincial 160, 2 kilómetros al sur del río Diamante y uno al norte del río Atuel.
El nombre provendría de una fortificación indígena con forma de llave que protegía a los nativos de las belicosas tribus del sur. En primer lugar se pobló la zona conocida como La Llave Vieja, con europeos atraídos por el fomento a la inmigración. No obstante el principal impulso vino cuando Alfredo Israel loteó la zona adquirida previamente a Monte Comán Company; a su vez, Emilio Civit (ministro de Obras Públicas de Roca) compró parte de estas tierras y creó la compañía de irrigación y tierras de Mendoza, para luego fundar Colonia La Llave. Además de contar rápidamente con canales de riego se vio favorecida por la llegada del ferrocarril, siendo una de las siete estaciones del tramo San Rafael - Monte Comán. En 1953 el gobernador Carlos Evans le dio a la villa el nombre de Rodolfo Iselín, pero el mismo no pudo imponerse en el uso popular, manteniéndose el de La Llave.
Su principal actividad económica son la agricultura y agroindustria, destacándose el empacado y desecación de frutas, elaboración de vinos y la apicultura. Otras actividades importantes son los tambos y la ganadería intensiva.
En este sentido, hay que destacar los frustrados intentos por instalar un polo tambero integrado con Monte Comán a través de la cooperativa “La Llave-Monte”, que no prosperó a pesar del apoyo que recibió del Gobierno provincial en la década de los 90.
Hace poco, el distrito fue noticia cuando parte del techo de la escuela Santa Cruz, de La Llave Vieja, se desplomó sobre alumnos y docentes y provocó diez heridos, de los cuales ocho fueron niños. La Llave Vieja es un paraje ubicado a menos de 7 kilómetros de la villa cabecera del distrito La Llave, donde se encuentra emplazada la escuela Nº 1-226 “Santa Cruz” que alberga a unos 33 alumnos.
El incidente se registró después del mediodía, poco después de que los alumnos de jardín de infantes se retiraran del comedor.
Defensa Civil de San Rafael informó que se desplomó el cielorraso suspendido del comedor, construido hace casi un siglo con cañas y yeso, aparentemente por la acumulación de excremento de palomas en ese sector.